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10 cosas a las que los ojos de las empresas se pegan como lapas en los perfiles en LinkedIn

LinkedIn es una suerte de brújula 24/7 para quienes andan enfrascados en la búsqueda de nuevo empleo. Y también cumple a la perfección su función de brújula para quienes están en el extremo puesto y van a la caza de nuevo talento.

LinkedIn es una suerte de brújula 24/7 para quienes andan enfrascados en la búsqueda de nuevo empleo. Y también cumple a la perfección su función de brújula para quienes están en el extremo puesto y van a la caza de nuevo talento.

Es más que evidente que LinkedIn es una valiosa herramienta en el plano profesional tanto para quienes reclutan talento como para quienes buscan empleo, pero ¿en qué se fijan realmente las empresas cuando sus ojos tienen a bien posarse en el perfil de un candidato en esta red social? Gwen Moran proporciona algunas respuestas a esta pregunta en un artículo para Fast Company:

1. Los perfiles incompletos son definitivamente un punto flaco

Cuando quienes reclutan talento son confrontados con perfiles incompletos, lo tienen más complicado para determinar si el candidato es apto o no para el puesto de trabajo que buscan cubrir. Les falta, al fin y al cambio, la visión verdaderamente completa del candidato y ello redunda definitivamente en una primera mala impresión.

2. Un selfi no es definitivamente una buena foto de perfil

La fotografía que tenemos a bien añadir a nuestro perfil en LinkedIn da forma de manera inevitable a la primera impresión que dejamos en las retinas de los reclutadores, por lo que debemos invertir algo de esfuerzo a la hora de seleccionarla. Debemos tratar de buscar una foto profesional y huir en la medida de lo posible de los selfis y de las instantáneas tomadas durante las vacaciones.

Para valorar hasta qué punto son o no profesionales sus fotos de perfil los candidatos pueden utilizar herramientas como Photofeeler.com y Snappr.com.

3. La red de contactos del candidato importa (y mucho)

Los perfiles que tienen a su vera solo un pequeño número de contactos son poco atractivos a ojos de las personas. No en vano, los profesionales más eficaces son dueños habitualmente de redes robustas y ello debe ser reflejado adecuadamente en LinkedIn.

No se necesitan miles de contactos en esta red social, pero la cifra ideal está en torno los 300.

4. Las discrepancias son señales de alarma

Cuando los datos plasmados en el perfil del candidato en LinkedIn son diferentes de los recogidos en su currículum, al reclutador se le encienden inevitablemente las alarmas.

Con estas discrepancias el candidato no está sino dejando en evidencia su escasa atención a los detalles (y quizás también la veracidad de los datos que se abren paso en su currículum y su perfil en LinkedIn).

5. Nadie tiene tiempo para los sumarios excesivamente densos y prolijos

En el sumario de su perfil en LinkedIn el candidato debe meterse en la piel de un «copywriter» y resumir con palabras atractivas y de manera sucinta su perfil profesional, aquello que le hace hasta cierto punto único en el mercado laboral.

6. El título del perfil importa más de lo que parece a priori

Teniendo en cuenta que algunas empresas acceden al perfil en LinkedIn del candidato desde Google, es vital que el título (la línea que aparece inmediatamente después del nombre) está aprovisionada de las palabras claves adecuadas y dé cuenta del puesto de trabajo y de la industria en la que se desenvuelve profesionalmente el aspirante a un puesto de trabajo.

7. Desembarazarse de la jerga

Si el candidato elige para su perfil en LinkedIn abstrusos títulos como «supreme conveyer of IT knowledge» o «social media ninja», es muy probable que la empresa no sepa en realidad a qué se dedica. Es importante dejar claro en qué consiste su trabajo y a qué se dedica la empresa que le tiene en nómina.

8. Que el candidato se muestre activo en LinkedIn suma definitivamente puntos

Si el candidato está involucrado de manera activa en la búsqueda de trabajo, debe esforzarse por mostrar algún tipo actividad en LinkedIn en forma de posts, «shares» y comentarios. Además, es una buena idea también compartir links de los artículos escritos por el propio candidato para proporcionar a las empresas ejemplos de su trabajo.

9. Las recomendaciones están bien, pero no lo son todo

Los reclutadores no se dejan obnubilar por las recomendaciones a menos que éstas sean breves y sucintas y coloquen realmente bajo los focos los puntos fuertes del candidato.

10. Proclamar a los cuatro vientos que se está buscando trabajo ayuda

Utilizando la opción «Open Candidates» de LinkedIn, el candidato puede hacer saber de manera privada a las empresas que está efectivamente buscando trabajo y detectar así eventuales ofertas de trabajo.

Fuente: marketingdirecto.comT