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4 estrategias para ayudar a la generación Z y a los millennials (y otras generaciones) a trabajar mejor juntos

Cinco generaciones de empleados trabajarán juntos bajo un mismo techo. Estás listo para lo inesperado?

Cuando la Generación Z ingrese a la fuerza laboral, por primera vez en la historia, cinco generaciones de empleados trabajarán juntos bajo un mismo techo, al menos por un corto período de tiempo.

 

En este entorno, la Generación Z, cuyos miembros más antiguos celebraron recientemente su cumpleaños número 23, se unirá a una fuerza laboral con una brecha de casi cincuenta años entre el empleado más viejo y el más joven, un fenómeno que presenta una variedad de desafíos sin precedentes para líderes y organizaciones.

 

Según Hana Ben-Shabat, fundadora de la firma de investigación Gen Z Planet y autora del libro recientemente publicado, Gen Z 360, cada generación tiene sus propios puntos de vista sobre lo que hace a un buen empleado, cómo se debe hacer el trabajo y qué pueden esperar del lugar de trabajo, y la Generación Z no es diferente. Entran en este crisol multigeneracional con su propio conjunto de valores y expectativas, y tienen una preocupación genuina sobre la forma en que son percibidos por las generaciones mayores y el impacto potencial que podría tener en su experiencia laboral. En su investigación, Ben-Shabat descubrió que los miembros de la generación Z señalaron las relaciones con las generaciones mayores como uno de los 10 principales desafíos que enfrentan.

 

Las diferencias generacionales en valores y estilos de trabajo, así como los prejuicios inconscientes y los estereotipos, podrían crear serios conflictos en el lugar de trabajo. Uno que, si no se controla, podría generar resentimiento y afectar negativamente el compromiso, la colaboración y la productividad.

 

Por lo tanto, para aumentar la comprensión y la aceptación entre los trabajadores y proteger la productividad en el lugar de trabajo, Ben-Shabat aconseja que las empresas adopten cuatro estrategias:

 

Capacitación

 

Brinde una oportunidad para el aprendizaje constructivo mediante el examen conjunto de los eventos y experiencias que dieron forma a la cosmovisión de cada generación y encuentre puntos en común sobre los cuales se puedan establecer mejores relaciones de trabajo.

 

Equipos mixtos

 

Haga que los empleados de todas las generaciones se familiaricen entre sí exponiéndolos a las ideas y estilos de trabajo de los demás de una manera estructurada a través de equipos de trabajo o mediante proyectos especiales que no están relacionados con su trabajo diario.

 

Mentoría recíproca

 

Empareje a un miembro de la Generación Z con un empleado mayor para que puedan aprender unos de otros. Los miembros de la Generación Z aportan su conocimiento de la cultura juvenil y la habilidad digital, y pueden beneficiarse de la experiencia de un colega mayor sobre cómo navegar por la organización y sus carreras.

 

Beneficios diferenciados

 

Evite un enfoque de beneficios de “talla única”. Lo que puede ser atractivo para un Baby Boomer puede no serlo tanto para un empleado más joven. Identifique qué programas de beneficios se adaptan a cada etapa de la vida y aplíquelos en consecuencia.

 

Además, Ben-Shabat explica que la gestión de una fuerza laboral multigeneracional no puede verse simplemente como un ejercicio más en la gestión de la diversidad en el lugar de trabajo, sino también como una oportunidad para repensar el liderazgo. “La Generación Z está llegando en un momento de rápida disrupción tecnológica y cambios sociales, los líderes no solo deben transformar sus organizaciones, sino también repensar sus estilos de liderazgo para adaptarse a las expectativas del lugar de trabajo de la Generación Z”, dice.

 

Como señala, la mayoría de los líderes empresariales de alto nivel en la actualidad son miembros de la Generación X o Baby Boomers que crecieron con un estilo de liderazgo empresarial que era de arriba hacia abajo, directo y controlador. “Ahora necesitan adoptar un estilo que sea más lateral, compartido y dinámico”, dice Ben-Shabat. “Deben aceptar la retroalimentación de todas las fuentes y ejercitar la compasión y la empatía, deben comprender el valor de la inteligencia emocional, la diversidad y la inclusión, y la innovación relacionada con las personas, y deben alentar a las personas a alcanzar su máximo potencial y conectarlas con la misión más amplia de la empresa”.

 

Fuente: inc.com