1. Definir el Buyer Persona del negocio
Creer que hay que dirigirse a un público ilimitado para tener una mayor exposición de marca es un error. Por ejemplo, si tuviéramos un negocio de esquís, no tendría sentido orientar nuestros esfuerzos al público del Caribe porque el porcentaje de ventas sería cercano a cero. Tiene sentido, ¿no crees?
Por eso hay que definir el Buyer Persona del proyecto, puesto que cuanto más segmentada esté la audiencia del negocio, se conseguirán más clientes fieles. Y es que el éxito de una marca no depende de la cantidad de consumidores, sino de fidelización de clientes y lo dispuestos que estén para recomendar.
Para crear el perfil de cliente ideal hay que tener en cuenta factores demográficos tan diversos como el sexo, la edad, la ubicación, el poder adquisitivo o los hobbies, datos muy relevantes que revelan cómo se puede ajustar la oferta a este tipo de audiencia.
Al recopilar estos datos sobre el Buyer Persona hay que hacerse las preguntas siguientes: ¿Qué problemas tiene el potencial cliente?, ¿qué es lo que valora?, ¿cuáles son sus desafíos?, ¿cómo se le puede ayudar?, ¿cómo se le añade valor?
2. Establecer el valor diferencial de la propuesta
Hay que preguntarse por qué un cliente querría contratar nuestros servicios o comprar nuestros productos en lugar de a la competencia. A veces, el motivo por el que se quedan con nosotros no es por una razón tangible como un precio, una promoción…
Se pueden ganar clientes ofreciendo beneficios intangibles que no se perciben inmediata o conscientemente. Con solo generar una experiencia de compra única se pueden fidelizar clientes o hacer que los productos conecten con sus emociones.
3. Enfocarse en los beneficios para los clientes
Es perfectamente entendible que, como emprendedor y dueño de un negocio, quieras ver resultados cuanto antes, puesto que por eso haces un gran esfuerzo promocionando tu negocio y explicando todo sobre el mismo.
No obstante, quizá esta no sea la mejor opción. De hecho, es mejor centrarse en las ventajas que tendrá el cliente al adquirir tu producto o contratar tus servicios. Porque al final al cliente no le interesa saber cuánto se ha trabajado en la web ni el esfuerzo que hay detrás de la misma…
4. Determinar un presupuesto para campañas y planes de acción
De forma general, casi todos los emprendedores cuando inician su andadura cuentan con un presupuesto ajustado y tienen que hacer cábalas para cumplir los objetivos sin gastar de más.
Así las cosas, hay que establecer unos objetivos muy claros, lo que dará una idea de cuánto se puede ir gastando al poner en marcha el proyecto y definir el CAC (costo de adquisición) el CPL (costo por lead), el CPC (costo por clic) y demás métricas que tengan sentido.
5. Usar el contenido para conectar con las personas usuarias
Generar contenido útil para los usuarios es un modo de hacer marca, sin destinar un alto presupuesto. Es sorprendente que con los beneficios que tienen tanto el inbound marketing como el content marketing muchos negocios no lo apliquen correctamente en sus estrategias.
Y es que en la actualidad es indispensable utilizar el contenido para educar al usuario, proporcionándole información que valore como útil para transformarle en cliente recurrente. Es una de las formas más económicas para conectar con las personas usuarias.
Fuente: fg.ull.es