A finales de los años 90, algunos pensadores anticiparon un cambio significativo en los modelos de negocios debido a la próxima transformación digital. Uno de los pioneros en este campo fue Clayton Christensen, de la Harvard Business School, quien introdujo el concepto de innovación disruptiva en su libro “El dilema de los Innovadores” (1997). Christensen destacó que las empresas tradicionales, al enfocarse en mejorar productos para clientes existentes, quedaban vulnerables a modelos de negocio innovadores.