Con un costo de apenas 6,50 dólares por persona, Medellín en Colombia ha logrado disminuir su temperatura promedio en 2 grados Celsius. Esta hazaña se ha alcanzado a través de la implementación de “corredores verdes”, áreas arboladas que han requerido una inversión inicial de 16,3 millones de dólares y un mantenimiento anual de 625 000 dólares.
La ciudad no está sola en esta iniciativa; diversas urbes alrededor del mundo están adoptando soluciones naturales para contrarrestar el aumento de temperaturas provocado por la crisis climática y el fenómeno conocido como efecto isla de calor, el cual hace que las áreas urbanas se calienten más que las rurales debido a la retención de calor por parte de los materiales de construcción y las carreteras.
Medellín, situada en un valle rodeado de montañas, cuenta con una temperatura relativamente constante de 22-24 °C durante todo el año. Sin embargo, al igual que muchas ciudades, se ha vuelto más cálida que sus áreas circundantes debido a la disminución de zonas verdes y al aumento de la infraestructura urbana, así como a la creciente contaminación atmosférica.
Los “corredores verdes” son una solución sostenible que ofrece sombra natural y reduce los niveles de calor mediante el proceso de evapotranspiración, que introduce vapor de agua en el ambiente. La iniciativa de Medellín no solo ha logrado reducir las temperaturas en 2 grados Celsius, sino también mejorar la calidad del aire. Estos resultados están generando un mayor interés en soluciones naturales entre los planificadores urbanos.