Servicios como Uber deberían de inscribir a sus conductores y repartidores al régimen de seguridad social a los trabajadores.

No es desconocido que si algo es común alrededor de la reputación de Uber en todo el mundo es que tema relacionado con las garantías que entrega a sus conductores y socios repartidores.

La marca ha estado en más de una ocasión en el ojo del huracán por este tema y es que, aunque queda claro que su servicio se ha con vertido en el sustento de muchas familias alrededor del mundo, también es un hecho que muchos gobierno, autoridades y organizaciones de trabajadores han considerado que la plataforma no garantiza de ninguna manera la seguridad ni bienestar de sus conductores, quienes son parte crucial del modelo de negocio.

El asunto parece haber sido comprobado pro la propia marca. La plataforma realizó una encuesta en octubre pasado que fue enviada a todos los conductores del servicio que habría sido parte de la aplicación durante algún momento del 2020 para conocer sus opiniones sobre lo que era trabajar en Uber.

Con casi 100 mil respuestas, las conclusiones para no fueron nada favorecedoras. A decir de los resultados presentados por Qualtrics, firma que dirigió la encuesta, el 20 por ciento de los encuestados se dijo no satisfecho con conducir o realizar entregas para Uber y Uber Eats. El problema principal para el 27 por ciento de los conductores es la “confiabilidad de las ganancias”, que incluye tarifas y tarifas variantes, además de menos promociones e incentivos.

De la misma manera, el 15 por ciento de los conductores dijeron no estar satisfechos con la aplicación de Uber en términos generales, al tiempo que señalaron que es común que tenga fallas y errores con la ubicación GPS.

Adicional, 40 por ciento de los conductores afirmaron sentirse preocupados y desprotegidos frente a la pandemia, al tiempo que 19 por ciento afirmó que la capacidad de respuesta de Uber ante sus comentarios es pobre.

Por la regulación

Esta pelea parece ser común en todo el mundo y en naciones como Reino Unido, la batalla ya se ha ganado cuando menos de manera parcial.

En aquel mercado, Uber y otras plataformas similares, están obligadas a reconocer a sus conductores como empleados con lo que deberán de pagar un salario mínimo así como prestaciones de ley.

Con esto, cada vez son más los países que buscan implementar medidas similares ante las constantes quejas de los usuarios quienes afirman que trabajar en la app no es la mejor experiencia.

Ahora México podría sumarse a esta lucha gracias a una iniciativa de reforma para la Ley Federal de Trabajo que buscaría entregar mayor garantías laborales a los conductores y repartidores de plataformas como Uber, entre las que destacan el pago de un sueldo fijo y el pago de los vehículos a través de los cuales se ofrece el servicio.

De manera general, esta iniciativa puesta sobre la mesa por el diputado Isaías González contempla que las plataformas digitales de transporte deben brindar seguridad social a los conductores además de cubrir ciertos gastos como el generado por la gasolina que se utiliza para hacer las entregas o los viajes.

Lo que se busca

La idea es incorporar un nuevo capítulo sobre los trabajadores de plataformas digitales a la Ley Federal del Trabajo, en donde se considere a los conductores, repartidores, transportistas, mensajeros “y cualquier otro que con ayuda de herramientas electrónicas a través de plataformas digitales, realicen actividades para uno o varios empleadores”.

Así el artículo 330-Ñ establece que debería haber un contrato en el que se establezca el monto del salario, la fecha y forma de pago, en el entendido de que el salario podrá pactarse por viaje, entrega, por embargo, por porcentaje, o cualquier otra modalidad que acuerden las partes.

Adicional, deberían establecerse costos por trabajo perdido a causa de problemas fallas técnicas en la plataforma, mismas que tendrían que ser asumidas por las empresas que las firmas.

Adicional, servicios como Uber deberían de inscribir a sus conductores y repartidores al régimen de seguridad social a los trabajadores, al tiempo que tendrían que cubrir los gastos de mantenimiento “de los vehículos, equipos y demás herramientas necesarias para la prestación de servicio” además de pagar la gasolina empleada en cada viaje y los costos de servicios de telecomunicaciones que necesita el conductor.

Los conductores también tendrían responsabilidades. Entre sus obligaciones se considera cumplir con una jornada de trabajo a elegir sin que esta exceda el tiempo que establece la Ley Federal del Trabajo.

Además estarían obligados a comunicar los costos de los servicios de telecomunicaciones y gasolina, así como a “tener mayor cuidado en la guarda y conservación de los equipos, vehículos y demás herramientas que se utilicen para la prestación del servicio”. Si los trabajadores tuvieran periodo de inactividad mayor a 60 días sin causa justificada, su contrato sería cancelado.

Si bien esto apenas es una propuesta y debe estudiarse lo cierto es que la iniciativa ya está puesta sobre la mesa, con lo que México se sumaría al resto de países que busca garantizar los derechos de los conductores de estas apps de movilidad.

Fuente: merca20.com