Países como Colombia, Argentina, Bolivia, Perú, Uruguay, Cuba, Bolivia y México encabezan la lista. Asimismo, el estudio afirma que América Latina es una de las regiones donde más horas se trabajan al año en el mundo. Al mismo tiempo, la región tiene una de las tasas más altas de informalidad.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), estima que hay 140 millones de personas trabajando en condiciones de informalidad, lo que representaría el 50% de los trabajadores. El reporte de la OCDE analiza que la cantidad de horas laborales no equivale a la productividad, puesto que hay países que trabajan menos tiempo a la semana, pero contribuyen en mayor porcentaje al Producto Interno Bruto (PIB) por cada hora.
César Armele, directivo de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Paraguay (CNCSP), explicó que Paraguay aún se encuentra en una etapa incipiente en cuanto a legislatura laboral, ya que estos estudios tienen como parámetro a países más desarrollados y con alta inversión en tecnología, automatización y software.
“Las propuestas de trabajo de menor cantidad de horas semanales provienen de mercados más maduros, en donde no solo la capacidad de las personas, sino muchos otros factores están en un nivel de madurez que permite un nivel de eficiencia diferente”, expresó.
Consideró difícil llevar a la práctica este tipo de propuestas, y dijo que además hay que tener en cuenta que el 90% de las empresas son mipymes, cuyo nivel de estructuración es todavía precoz.
Al respecto, también se refirió Freddy Fernández, presidente de la Asociación Paraguaya de Recursos Humanos (Aparh), y señaló que más o menos horas de trabajo no garantizan mayor productividad. “Y si bien es cierto que debemos computar las horas de trabajo para medir la evolución de la productividad, debemos centrar la atención en variables adicionales”, agregó.
Consideró que existen otros factores como la satisfacción y la motivación, la capacitación y disponibilidad de herramientas, entre otros, que influyen en el rendimiento y la eficiencia de los trabajadores.
“Debemos apuntar a mejorar la capacidad de innovación, que es uno de los pilares con mayor oportunidad de mejora, el fortalecimiento de habilidades técnicas, formación de capital humano y la inversión en investigación y desarrollo”, evaluó.
Fuente: Infonegocios