El aumento de precios en bienes de la canasta básica, especialmente alimentos y bienes durables, junto con la pausa en la reducción de la tasa de referencia, llevó la inflación mensual de mayo al 0,4%.
Esto se debe en parte a los mayores costos de producción, que impactaron en productos volátiles como hortalizas y lácteos (leche, queso, yoghurt), además del incremento en los precios de cereales y derivados, resultando en precios más altos para panificados, pastas y arroz. Además, el tipo de cambio fortalecido aumentó los precios de vehículos, electrodomésticos, aparatos electrónicos, equipos informáticos, repuestos y accesorios. En contraste, los precios de la carne vacuna y algunos sustitutos disminuyeron.
La inflación interanual cerró en 4,4%, marcando el tercer mes consecutivo de aumento, aunque la tasa es menor a la registrada el mismo mes del año pasado (5,1%). La inflación acumulada en los primeros cinco meses del año alcanzó el 3,2%, acercándose a la proyección anual del 4%.