El Ministerio de Finanzas de China anunció este lunes que emitirá por primera vez bonos especiales del Estado a 20, 30 y 50 años. Esta medida se produce en un momento en que las autoridades buscan mitigar la desaceleración de la segunda economía más grande del mundo.
Los primeros lotes de estos bonos se lanzarán al mercado el 24 de mayo, 17 de mayo y 14 de junio, respectivamente, según informó el ministerio en un comunicado.
Fuentes citadas por Bloomberg indican que China emitirá bonos a 20 años por un valor de 300.000 millones de yuanes (41.465 millones de dólares, 38.500 millones de euros), bonos a 30 años por 600.000 millones de yuanes (82.930 millones de dólares, 77.000 millones de euros), y bonos a 50 años por 100.000 millones de yuanes (13.821 millones de dólares, 12.833 millones de euros).
Durante la sesión legislativa anual de marzo, el Gobierno adelantó en su informe de trabajo la emisión de bonos a “ultralargo plazo” como parte de un plan para “abordar las necesidades financieras de importantes proyectos en el proceso de construcción nacional”.
El Ejecutivo señaló que estos bonos se centrarán en “respaldar la implementación estratégica nacional y el desarrollo de capacidades de seguridad en áreas clave”.
La prensa local informó que los fondos recaudados se destinarán a “proyectos relacionados con la innovación tecnológica, el desarrollo integrado urbano-rural, la integración regional, la seguridad alimentaria y energética, y el desarrollo de alta calidad de la población”.
Xiong Li, analista del diario financiero Economic Daily, afirmó que esta decisión “envía una señal clara de la política fiscal activa” del Gobierno, lo que podría “estimular las expectativas, aumentar la demanda total y mejorar la estructura de suministro, impulsando así la recuperación económica”.
En 2020, China emitió bonos especiales del Estado por valor de 100.000 millones de yuanes (13.821 millones de dólares, 12.833 millones de euros) para mitigar el impacto del coronavirus en la economía, aunque esos bonos tenían un plazo máximo de siete años.
Los analistas señalan que la baja demanda nacional e internacional, los riesgos de deflación, los estímulos insuficientes, la crisis inmobiliaria en curso y la falta de confianza en el sector privado son algunas de las principales causas de la actual coyuntura económica en China.