Las acciones europeas y los futuros de las acciones estadounidenses caían este martes, mientras que el euro alcanzó su nivel más bajo frente al dólar en dos décadas, al intensificarse los temores sobre la salud de la economía mundial.
En una señal del empeoramiento de las perspectivas de crecimiento, el euro cayó casi un 1,4% frente al dólar, hasta u$s 1,0279, su punto más bajo desde 2002.
Vasileios Gkionakis, jefe de estrategia de divisas en Europa de Citi, dijo que la paridad euro-dólar “parece casi inevitable ahora”, y señaló que el deterioro del euro estaba impulsado por la perspectiva de nuevas caídas de las acciones europeas y una fuerte suba de los precios del gas natural.
Los contratos de futuros ligados a la TTF, el precio del gas al por mayor en Europa, subieron un 8%, hasta un máximo de cuatro meses, al conocerse que la noruega Equinor iba a cerrar temporalmente tres yacimientos de petróleo y gas tras una huelga de trabajadores.
Guilhem Savry, responsable de macroeconomía y asignación dinámica de Unigestion, sugirió que los mercados bursátiles aún tienen que caer más. “El tema de la recesión ha vuelto a aparecer”, dijo. “Aunque los mercados están empezando a valorar un enfriamiento de la inflación y el endurecimiento de los bancos centrales, todavía no hemos alcanzado los mínimos en los mercados de renta variable en los que nos sentiríamos cómodos para volver a asumir el riesgo”.
Los rendimientos de los bunds y los bonos del Tesoro habían subido a principios de año, ya que el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos anunciaron subas agresivas de las tasas de interés y la retirada prevista de los grandes programas de compra de bonos en un intento de hacer frente a la creciente inflación.
La Reserva Federal elevó su tasa de interés de referencia en 0,75 puntos porcentuales en junio, su mayor suba desde 1994.
Sin embargo, en las últimas semanas los inversores han reducido sus expectativas sobre el nivel que el banco central más influyente del mundo elevará los costos de los préstamos en los próximos meses, ante la creciente evidencia de una desaceleración económica.
Los detalles de la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal, que se publicarán el miércoles, podrían dar más pistas sobre el grado en que el banco central está dispuesto a endurecer la política monetaria. El informe sobre el empleo en Estados Unidos que se publicará el viernes también indicará el nivel de calentamiento del mercado laboral del país, un criterio que también puede influir en la toma de decisiones de la Fed.
