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El TDAH es real y el diagnóstico a tiempo es fundamental

El 13 de julio se conmemora a nivel internacional el Día del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), cuyo fin es que se tome conciencia de las necesidades de los afectados y sus familias, ya que si este trastorno no es tratado de manera oportuna, puede producir daños en la personalidad del afectado, como baja autoestima, depresión, ansiedad, fracaso escolar e inadaptación. El TDAH se manifiesta principalmente en niños, aunque también hay adultos que lo padecen, es una afección neurobiológica. Por ello, el Jefe del Departamento de Neurología del Hospital Pediátrico de Acosta Ñu, Marco Casartelli, incentiva a padres y profesores a estar atentos a los signos para brindar un diagnóstico temprano y acompañamiento integral a los hijos con TDAH.

El neuropediatra Casartelli expone que el TDAH es un trastorno neurobiológico claramente identificado, con prevalencia estable del 5% en la población mundial. Tienen más posibilidades de padecerlo aquellos niños prematuros y cuyos padres lo presentan, debido a que tiene carga hereditaria de más del 80%.

El TDAH no se manifiesta de la misma manera en todas las personas. Padres, profesores y adultos en cuidado de niños deben estar al tanto de los signos ya que “existen niños que pueden presentar el fenotipo desatención y que muchas veces pasan por descuidados o irresponsables; otros, presentan el fenotipo predominante de hiperactividad; y otros, con fenotipo mixto, es decir desatención con hiperactividad” asegura el especialista en neurología.

Así también, es esencial el diagnóstico temprano. En estudios realizados en pacientes adultos que fueron diagnosticados durante la infancia, se observó una remisión parcial de alrededor del 40%, según menciona el Dr. Casartelli, dependiendo muchas veces de las intervenciones. Esto implica que un niño con TDAH puede reducir sus dificultades si recibe el acompañamiento adecuado, por lo que el papel de padres y profesores es crucial.

“En muchas ocasiones, al no poder autorregularse, el niño con TDAH puede reaccionar de manera impulsiva pegando o tomando un objeto que no es suyo, o contestando de manera inadecuada; por ello es muy importante hacer intervenciones escolares dando estrategias a los profesores de cómo intervenir con el niño y regularlo”, asegura Casartelli explicando que el castigo no es una opción, sino que la más adecuada es modelar el carácter de forma multidisciplinar incluyendo la medicación donde se considera de primera línea al Metilfenidato.

Importancia del acompañamiento integral

Cabe destacar la necesidad de acompañamiento integral. El niño con TDAH tiene problemas escolares porque “le es muy difícil mantener la atención y la motivación en clase, se distrae fácilmente y no puede terminar la tarea, se olvida de sus responsabilidades y puede tener fallas no intencionales en sus pruebas y exámenes”, asevera el neuropediatra. Además, le cuesta participar en actividades grupales porque no cumple con tareas asignadas y tiene dificultades relacionales con sus compañeros.

El colegio es uno de los pilares del tratamiento del niño con TDAH. Respecto a algunos consejos que pueden facilitar la intervención en aula menciona medidas sencillas como que el niño sea “ayudante del profe, sentarlo cerca del maestro; o, en defecto, realizar adecuaciones curriculares que puedan estimular el éxito del niño”. Incluso pueden darle tareas en casa que lo ayuden a organizarse: arreglar su cuarto o preparar la mochila, son tareas terapéuticas que trabajan las funciones ejecutivas a través de la organización. Al mismo tiempo, llevar una agenda, puede ayudar a disminuir los olvidos tanto en el hogar como en el colegio.

Si no se recibe ningún tratamiento, ya llegada la adolescencia se puede tener tendencia a abusar de sustancias, problemas de autoestima, desencadenados por “no llegar nunca” a las exigencias escolares, alcanzando incluso a desarrollar agresividad y como consecuencia, problemas con la ley. En ese sentido, el TDAH puede ser comórbido con otros trastornos psiquiátricos, por lo cual es trascendental el acompañamiento por un profesional médico que sepa identificar otras posibles patologías.

Al ratificar que como todo trastorno del neurodesarrollo no se cura, aclara que se pueden compensar las dificultades y avanzar en los aprendizajes. Por ello resulta indispensable realizar las intervenciones y tratamientos farmacológicos correspondientes, y está en manos de los adultos al cuidado ayudar a los niños a avanzar y resolver las dificultades que le causa el TDAH, facilitando el acceso a terapias y medicación. “Muchas veces los padres no pueden realizar las terapias por dificultades económicas o de tiempo, Aquí, el tratamiento farmacológico puede ayudar enormemente, pudiendo compensar ciertas dificultades”, expresa finalmente el especialista.