Si la Estrategia es en última instancia un proceso mental del que emergen acciones concretas, la Ventaja Mental es la ventaja definitiva, todo lo demás llega a ser una consecuencia de ésta.
En la lógica de los conflictos militares es usual considerar que la ventaja mental es producto a su vez, de un estado mental que se alcanza por la convicción de una determinada Causa Moral. En tanto que la Organización comparte el convencimiento de que está involucrada en una «causa justa» ello proporciona una energía adicional a las tareas, al celo y al sacrificio con el que deben alcanzarse los objetivos. Esto es una «moral alta» y poco se le compara en términos de su fortaleza particular. Napoleón decía: «Lo moral es a lo físico como tres a uno».
En el mundo de los negocios es más dificultoso remitirse a una Causa Moral que objetivamente pueda ser reconocida como elemento motriz de las actitudes en la interacción con el Conflicto y generadora de una ventaja mental. En la dinámica de los negocios todos pueden atribuirse, con legítimo derecho, una causa moral para sus emprendimientos.
Lo que, sin embargo, sí constituye un elemento de enorme beneficio es la «moral alta». Este es un poderoso elemento motriz y su carácter también se halla inscrito entre las ventajas mentales.
La «moral alta» en una Organización es un efecto directo de lo exitosa que pueda ser ésta en su permanente interacción con el Conflicto. Nada ayuda a la moral de la gente como la sensación y la racionalización de la victoria y pocas cosas le representan tanto perjuicio como la derrota y la humillación. Esto segundo conduce a la frustración y la amargura, en tanto que lo primero renueva energía y confianza en la posibilidad de alcanzar los propósitos.
Estrategia
«Las cuestiones morales en los negocios son tanto el valor moral para tomar las decisiones oportunas y actuar en consecuencia como el estilo de dirección que contribuya a lograr que todos se sientan satisfechos de sí mismos. El equivalente empresarial del valor militar es la confianza. Pero la confianza debe estar basada en el conocimiento y la experiencia».
En esta primera afirmación se le exige al STRATEGOS Valor y Confianza, fundamentada ésta última en conocimiento y experiencia.
«Cuán a menudo oímos decir que el golf y el tenis son deportes mentales. Sucede lo mismo en la esfera de los negocios. La ventaja mental parte de la firme confianza que proporciona una actitud positiva”.
En este caso destaca la demanda por una «actitud positiva».
Por lo tanto al STRATEGOS se le exige Valor, Confianza y Actitud Positiva como requisitos importantes para alcanzar la Ventaja Mental que garantice la mejor conducción de los esfuerzos estratégicos y con ello la consecución de la victoria, elemento irremplazable para una «moral alta».
Agreguemos ahora los comentarios de Sun Tzu sobre lo que significa conseguir la ventaja mental:
«Es posible que todo un ejército sea despojado de su espíritu y que su jefe quede privado de su entereza. Al comienzo de una campaña, el espíritu de los soldados es vehemente; mengua después de un cierto periodo y en una etapa posterior puede extinguirse por completo. Un jefe inteligente evita a su enemigo cuando su espíritu es fuerte y le ataca cuando lo ha perdido. Éste el arte de otorgar importancia al talante. En buena disposición, aguarda a un adversario desordenado; sereno, espera a un enemigo tumultuoso. Este es el arte de conservar el dominio de sí mismo. Próximo al campo de batalla, aguarda a un enemigo que llega de lejos; descansado, espera a un enemigo exhausto; con unos soldados bien alimentados, aguarda a otros guerreros hambrientos. Este es el arte de administrar la propia fuerza.
Se abstiene de interceptar a un adversario cuyas banderolas aparecen en perfecto orden y desiste de atacar a un ejército cuyas formaciones presentan un despliegue impresionante. Este es el arte de apreciar las circunstancias».
En estos comentarios Sun Tzu menciona Entereza, Espíritu, Talante, Disposición, Serenidad, Dominio Propio, Administración de la fuerza y Aprecio de las circunstancias. Todo esto debe sumarse en el STRATEGOS al Valor, Confianza y Actitud Positiva para alcanzar la Ventaja Mental.
Resulta difícil entretejer todas estas condiciones para alcanzar el entendimiento de la fórmula que conduce a la ventaja mental. Por ello es necesario colocar todo bajo el orden de un proceso, uno que privilegie y dé prioridad a la existencia de las diferentes condiciones.
En primer lugar es necesario ratificar que la Ventaja Mental es resultado de la existencia de ciertas Aptitudes personales en el STRATEGOS. En segundo lugar, las condiciones deben presentarse en el STRATEGOS desde un origen hasta un propósito final.
Una fuente idónea donde puede encontrarse precisamente un “proceso” que hilvane ordenadamente todas las condiciones que el Líder precisa para alcanzar la Ventaja Mental son los evangelios bíblicos. En ellos se encuentran afirmaciones valiosas para lo que se busca.
El STRATEGOS debe ser la primera persona en la Organización que tenga certeza de lo que se espera y convicción por lo que no se ve.
– A la fe se le añade Virtud y en ella están resumidas todas las habilidades naturales y profesionales del STRATEGOS.
.- Luego a la virtud se le habrá de añadir Conocimiento, en la forma en que lo reclama cada uno de los Principios Estratégicos.
.- A todo lo anterior se le añade Dominio Propio: capacidad de controlarse a sí mismo, controlar emociones, miedos y angustias, con la serenidad de quién posee fe en sí mismo y en sus posibilidades, virtud para soportarlas y conocimiento para llevarlas a buen fin.
.- Luego debe añadirse Paciencia, ése don incomparable en sus alcances, lleno en sí mismo de magnífico poder.
.- De allí agregar Piedad, inspirada en la consideración a los demás y manifestada en actos de abnegación (que de manera tan positiva califican a un líder), y compasión.
.- Añadir entonces Afecto Fraternal, condición esencial para establecer guía y orientación, compromiso y afecto recíproco; y en conjunto dínamo incomparable de energía.
.- A todo ello, por último, añadir Amor, dado que éste resume las cualidades que son indispensables encontrar en cualquier líder.
En realidad, el Amor es el dínamo que genera toda la energía que se precisa para vivir: amor por uno mismo, amor por lo que se hace, amor por los demás, amor por lo que se tiene, por lo que se quiere tener…
Sin Amor el tránsito por la vida pierde motor, y lo único que conduce al ser humano por sus derroteros es la inercia, y ésta última termina en algún momento y se produce la parálisis. La gente que transita la vida sin rumbo es gente que ha perdido Amor. Estas personas son sombras que oscurecen todo a su alrededor y tienen pocas oportunidades de culminar satisfactoriamente el viaje, no se diga con algún atisbo de éxito. Sin Amor no existe Fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad o afecto fraternal; sin Amor el ser humano tiene poco valor.
Escrito por Carlos Nava Condarco. Emprendices