La carencia global de profesionales con habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) plantea importantes desafíos:
¿Cómo podrán las principales economías aprovechar las oportunidades digitales sin el talento adecuado?
¿Qué medidas adoptarán los responsables políticos para fomentar la innovación?
Y, más crucialmente para las empresas contratantes: ¿cómo satisfarán sus necesidades específicas de talento en STEM?
Aunque los responsables políticos tienen un papel importante, sus acciones suelen tener efectos a largo plazo. Mientras tanto, las empresas deben desarrollar estrategias efectivas para atraer y retener a los mejores talentos.
La falta de trabajadores con habilidades en STEM es un problema casi universal. En Europa, cerca de la mitad de las empresas encuentran dificultades para contratar a personas con las competencias en STEM necesarias. En Estados Unidos, el 45% de los empleados con un doctorado en STEM son extranjeros.
Incluso en Asia, donde muchos gobiernos invierten significativamente en educación, países como Japón han visto un estancamiento en el número de graduados en STEM en los últimos años. Las consecuencias de esta escasez podrían ser graves.