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Las Grandes Limitaciones del Branding

[et_pb_section fb_built=”1″ _builder_version=”4.16″ global_colors_info=”{}”][et_pb_row _builder_version=”4.16″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”4.16″ custom_padding=”|||” global_colors_info=”{}” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_text _builder_version=”4.16″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” global_colors_info=”{}”]El Branding, como muchas otras técnicas utilizadas en el mundo de los negocios, emerge con propósitos funcionales útiles y termina queriendo transformarse en un concepto que resume y explica prácticamente todo.

El Branding (de hecho un anglicismo que no tiene traducción apropiada al español), es un instrumento utilizado en Marketing para “hacer y construir una Marca mediante la administración del conjunto total de activos vinculados en forma directa o indirecta al nombre y/o símbolo que identifican a la Marca, influyendo en el valor de ésta, tanto para el cliente como para la empresa propietaria”.

Esto es Branding. Nada menos y, por sobre todo, nada más.

Branding

El problema con el Branding, lo mismo que con muchas otras técnicas que maneja el Marketing, se produce cuando ellas toman cuerpo y sentido en sí mismas y se alejan de las raíces funcionales a las que pertenecen, cuando desde una rama tratan de explicar la esencia y el sentido de todo el árbol o cuando pretenden que a partir de ellas se resuelvan todas las situaciones y los problemas que la Organización enfrenta. Esto, por supuesto, no se encuentra al alcance de ninguna técnica en los negocios y mucho menos del Branding (por cierto, existe también otra técnica que se denomina Debranding).

Veamos algunos aspectos:

    • El Negocio, que justifica la existencia de la Empresa y le genera el indispensable beneficio, está conformado por las tareas de Producción y de Ventas. Estas actividades son las que generan Negocio, el resto constituyen labores de apoyo para el perfeccionamiento de aquellas.
    • La Marca como tal, a no ser que se haya dispuesto “venderla” específicamente, no se encuentra de forma directa entre los elementos que forman las funciones de Producción o Ventas. No es que se encuentre ausente, más no se halla vinculada de manera directa y cercana con las funciones del Negocio. No se “produce” ni se “vende” la Marca si es que no se ha dispuesto algo específico al respecto.
    • En ningún caso puede darse por asumido que una Organización “siempre” vende Marca porque sus operaciones, actividades y comportamiento generan un patrón que es percibido y calificado por los clientes en el mercado y asociado inmediatamente a la Marca. La Organización seguramente termina vendiendo todo lo que hace (y también todo lo que no hace) cuando se trata de las percepciones del cliente, pero ello lo hace a partir de la Venta de un bien o servicio específico, y todo esto se encuentra definido en la Estrategia de Ventas.
    • No se pueden ajustar todas las tareas en la Organización, las administrativas y sobre todo las de la Estrategia a los intereses de la Marca, especialmente si no es la Marca la que se está produciendo y vendiendo de manera directa. Hacer esto es lo mismo que pretender que todas las prerrogativas del Negocio graviten alrededor de los intereses de la función Financiera, la Contable, la de Administración, la de Compras y Logística, etc. Todas éstas son labores de APOYO al Negocio y como tales deben estar planificadas y administradas de manera eficiente, pero no pueden Condicionar las actividades de la Organización como si fuesen el fin en sí mismas. NINGUNA función de apoyo genera “utilidad, interés o provecho” en calidad o proporción mayor que las de Producción y Ventas, y especialmente ésta última, dado que debe asumirse que no se produce nada que luego no vaya a venderse.
    • La Marca NO VENDE, la Estrategia lo hace. Si la Marca contribuye en forma más o menos notable en los resultados de Venta, lo hace a partir de la forma en que haya sido incluida en la Estrategia, no por el solo hecho que exista.
    • Por otra parte, y esto es posiblemente lo más relevante, la construcción de Marca, en el sentido que constituya un activo sensible para los intereses comerciales de la Organización, se consigue siempre a lo largo del tiempo. NO es posible que un Negocio se posicione desde un inicio en el Mercado como efecto de los atributos de su Marca, dado que ella no le dice nada al Cliente hasta que se han producido las necesarias experiencias, y esto, más allá de la eficiencia con las que se manejen las cosas en el Negocio y en la Empresa, es un asunto de Tiempo.
    • Si las cosas fueran como muchas veces las presentan los expertos en Branding, la mayor cantidad de las organizaciones de negocios no tendrían oportunidad para competir apropiadamente en el Mercado, puesto que son pocas las Organizaciones que pueden afirmar que tienen en sus marcas un atributo determinante para condicionar las actividades del Negocio. Por otra parte, dedicar mucho esfuerzo y orientar recursos importantes al trabajo de la Marca en “cualquier” etapa de evolución del Negocio o de la Empresa, puede llevar a un debilitamiento del propio perfil competitivo, en tanto recursos indispensables para la Estrategia de Ventas se destinen a esfuerzos de Branding prematuros en el tiempo y carentes de influencia directa sobre el Negocio.
  • Todas las “experiencias” importantes y positivas del Branding como una técnica de apoyo a la gestión del Negocio se remiten a un grupo reducido de Organizaciones, precisamente conocidas por el valor de sus Marcas. Es sencillo entender lo que puede alcanzarse con el Branding si las experiencias que se analizan son las de Apple, McDonald’s, Rolex, Coca-Cola, Google, Amazon, etc. Todas estas son efectivamente Marcas que tienen el poder de condicionar, por sí mismas, todas las actividades de la Estrategia de Ventas y del Negocio. Vender un producto nuevo bajo el amparo de la Marca de Apple efectivamente presenta una situación muy favorable, incluso ofrecer al Mercado un Negocio completamente diferente al amparo de la ella puede tener buenos y rápidos resultados. Si Apple (para continuar el ejemplo), que se caracteriza por vender productos electrónicos, decide ingresar al Negocio de producción y venta de “colchones”, alguna garantía tiene de alcanzar buenos resultados, amparados obviamente en el poder de su Marca. Pero éste es el caso de Apple, y un puñado de empresas similares, cuyo número no tiene relación alguna con la de todos los negocios que se desenvuelven en el Mercado sin esta ventaja. Empresas que tienen en la Marca su atributo de desenvolvimiento más importante en el Mercado son la excepción que confirma la regla, y son producto de muchas acciones estratégicas sostenidas en el tiempo, no necesariamente del Branding.

El Negocio, las Ventas, siguen siendo lo más importante, y la Estrategia existe para velar por ellas, antes que el propio Marketing, el Branding por supuesto, y cualquier técnica inscrita bajo ésas “Fashionwords” que saturan hoy el pensamiento de los sistemas de gestión.
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