La Unión Europea ve con preocupación la llegada masiva de coches eléctricos chinos, que ofrecen precios más bajos y están inundando el mercado europeo. Se sospecha que estas prácticas se están llevando a cabo con subsidios estatales, lo que ha llevado a Bruselas a considerar la posibilidad de imponer aranceles a estos vehículos para nivelar el terreno de juego.
Ante esta situación, el CEO de Mercedes-Benz ha instado a Bruselas a no aumentar los aranceles, sino más bien a reducirlos, argumentando que la competencia china es beneficiosa y una parte natural del mercado. Sin embargo, la Comisión Europea está investigando si el Gobierno chino está subsidiando los vehículos eléctricos exportados a Europa, lo que podría afectar a empresas como Mercedes, BMW y Volkswagen.
Actualmente, los coches eléctricos chinos están sujetos a un arancel del 10 % al entrar en Europa, mientras que los fabricantes europeos pagan un arancel del 15 % al exportar a China. A pesar de esto, Mercedes-Benz importa aproximadamente el 20 % de sus vehículos vendidos en China.
El CEO de Mercedes-Benz señala que ni su empresa ni las mejores empresas chinas solicitan protección, y que ambas quieren competir en igualdad de condiciones en el mercado global. Es importante tener en cuenta que los gigantes chinos Geely y SAIC, que son controlados por el Estado chino, poseen una parte significativa de las acciones de Mercedes-Benz, lo que podría influir en la postura de la empresa respecto a esta cuestión.
