La nueva presidenta de Petrobras, Magda Chambriard, hizo hincapié en la confianza en la generación de ganancias y dividendos por parte de la empresa, en su primera declaración tras ser confirmada en el cargo. Ante las dudas del mercado sobre el futuro de la compañía, Chambriard enfatizó la solidez financiera de Petrobras, subrayando su convicción de que continuará siendo una fuente de beneficios para los accionistas.
En su discurso, Chambriard abordó la caída de las acciones de la empresa, que se produjo tras su nominación por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. A pesar de esta reacción del mercado, la nueva líder de Petrobras destacó su larga trayectoria en la compañía y su experiencia en la Agencia Nacional del Petróleo (ANP), instando a los inversores a ver su nombramiento como una oportunidad de inversión.
La destitución de Jean Paul Prates, su predecesor en el cargo, se debió a discrepancias, principalmente relacionadas con la distribución de dividendos, una cuestión clave para la empresa estatal. En este sentido, Chambriard afirmó que aún no había tenido tiempo de analizar detenidamente el tema, pero aseguró que lo haría con atención y cuidado.
La nueva presidenta se comprometió a administrar Petrobras con respeto a la sociedad brasileña en su conjunto, incluidos los intereses del Gobierno, los inversores, los proveedores y otros actores relevantes. Afirmó que la compañía seguirá una estrategia empresarial que equilibre la rentabilidad con el cumplimiento de responsabilidades sociales y medioambientales.
En resumen, Chambriard enfatizó la estabilidad económica de Petrobras y su compromiso de gestionar la empresa de manera responsable, considerando las expectativas de todas las partes interesadas y manteniendo un equilibrio entre los intereses financieros y sociales.