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¿Quiere ser un mejor líder? La ciencia dice “gracias” con mucha más frecuencia

Expresar gratitud es importante. Incluso si su única motivación es mejorar sus resultados.

Si eres como la mayoría de las personas, probablemente desearías que te agradecieran un poco más a menudo.

Sostenga ese pensamiento.

En una  escena clásica de Mad Men, Peggy se enfrenta a Don por atribuirse el mérito de su idea.

No está de acuerdo. “Fue el núcleo (de una idea)”, dice.

“Que cambiaste lo suficiente para que fuera tuyo”, dice Peggy.

“Lo cambié a un comercial”, dice Don. “Así es como funciona. No hay créditos en los comerciales”.

“¡Pero tienes el Clio!” dice, refiriéndose a un premio publicitario.

“Es tu trabajo”, dice Don. “Yo te doy dinero, tú me das ideas”.

“¡Y nunca dices ‘gracias’!” Dice Peggy.

“¡Para eso está el dinero!” Don responde.

Don tiene razón.

Y también está mal, porque pagar no es gracias: pagar es solo un intercambio de dinero por esfuerzo.

Mantenga ese pensamiento también por un segundo.

En un estudio de 2018 publicado en Royal Society Open Science, los investigadores examinaron las conversaciones cotidianas entre amigos, familiares y vecinos en países de todo el mundo. Su enfoque era simple: identificar cuándo una persona le pidió a otra o que hiciera algo, luego cuente la cantidad de veces que el solicitante expresó su gratitud.

En promedio, el solicitante solo respondió con “gracias” alrededor del 5 por ciento de las veces.

Así que sí: si crees que no te agradecen lo suficiente, probablemente tengas razón.

Pero por una razón interesante.

Según uno de los investigadores:

Nuestros hallazgos indican una suposición generalizada de que decir “gracias” no es necesario en los contextos cotidianos de nuestras vidas. Algunos podrían interpretar esto como una crisis de mala educación, que somos educados en público pero no tenemos modales en nuestros propios hogares. Pero esa es la interpretación incorrecta.

En cambio, demuestra que los humanos tenemos un entendimiento tácito de que cooperaremos entre nosotros.

Tiene sentido, especialmente en casa.

Y tal vez incluso en el trabajo, donde, parafraseando a Don, el intercambio de dinero por trabajo crea un entendimiento tácito similar.

O no.

Los estudios muestran que casi nueve de cada diez personas desearían escuchar “gracias” en sus interacciones diarias. Claramente, ese entendimiento tácito no se aplica.

Lo cual es lamentable. La investigación muestra un vínculo directo entre la gratitud y la satisfacción laboral; Cuanto más el “gracias” se convierta en parte de la cultura de una empresa, más probabilidades hay de que los empleados disfruten de su trabajo. La investigación también muestra que los líderes agradecidos motivan a sus empleados a ser más productivos.

En resumen, la paga es un intercambio por esfuerzo. Es una transacción. Pagas a la gente para que haga su trabajo.

Pero también debe agradecer a las personas con las que trabaja, con la mayor frecuencia posible, por lo bien que hacen su trabajo. Por ser receptivo. Por ser proactivo. Por ser cooperativo, servicial y solidario.

Porque cada empleado es también una persona y cada persona quiere que se le agradezca más a menudo.

Y porque todos prosperamos en entornos, ya sea en el trabajo o en casa, donde la expectativa no excluye la apreciación.

Fuente: inc.com