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Suba de combustible aceleró un 30% la búsqueda de motos (demanda de automóviles se mantiene deprimida)

Con el precio de los combustibles en ascenso, la gente empieza a considerar métodos alternativos de locomoción, más ágiles y más económicos. La preferencia parece decantarse por los biciclos antes que por los vehículos de cuatro ruedas, cuya demanda obedece a otros factores.

“Las consultas sobre las motos están bastante movidas, la gente ya está decidida a dejar el auto y a andar en una bicicleta eléctrica o en una moto”, afirmó Tamara Mendoza, encargada de la marca Loop en Paraguay.

Según la ejecutiva, las búsquedas apuntan preferentemente a las motos eléctricas. El salto en la demanda se produjo, coincidentemente, en la semana en la que se anunció que iba a subir de nuevo el precio del combustible.

Mendoza aseveró que de esta manera queda demostrado que el cambio del comportamiento del público tiene que ver, no solo con una mayor conciencia favorable al cuidado del medioambiente, sino también con el constante reajuste de la tarifa del energético, “que no deja de subir y, por eso, la gente ya está optando por la movilidad sostenible”.

La tendencia fue corroborada por Carlos Gómez, jefe de ventas de Chacomer Motos, quien señaló que si bien “todavía no se siente una diferencia muy grande en cuanto a la demanda”, el comportamiento del consumidor se inclina por la búsqueda de motocicletas. Añadió que no hay una preferencia marcada por alguna cilindrada específica.

Automóviles, con otros estímulos

“La suba de combustibles no suele modificar la demanda o la decisión de la compra de un vehículo (de cuatro ruedas). Lo que sí vemos es que mucha gente está tratando de salir del transporte público comprando autos usados o vehículos chicos”, explicó Víctor Servín, vicepresidente de la Cámara de Distribuidores de Automotores y Maquinarias (Cadam).

Consultado sobre si podría generarse una mayor inclinación del público por los vehículos de movilidad eléctrica, manifestó que por ahora el obstáculo es la disponibilidad de unidades suficientes para responder a la demanda.

Pero la comercialización de vehículos, en general, todavía se encuentra deprimida, si bien hubo un aumento del 30% en las importaciones, comparando los primeros cinco meses del 2022 con el mismo periodo del año pasado. No obstante, ese incremento todavía no se está traduciendo en ventas en la misma proporción.

“Mi opinión es que influyó la mala cosecha de soja (apenas el 34%). En esta segunda cosecha se podría llegar a un 50% o un poco más, pero igual no va a alcanzar. Se podría completar con una buena cosecha de maíz, que también está con un buen precio, y con la futura cosecha de trigo, que también esta son buen precio. Pero mientras el mercado está un poco bajoneado, eso afecta a todos los segmentos”, añadió.

Servín reiteró que la búsqueda de opciones de movilidad más económicas se sostiene, antes que en otros factores, en la necesidad del público de eludir las penurias a las que se ve sometido diariamente por el servicio deficiente de las permisionarias de buses. “La gente trata de tener su motocicleta, su auto, para salirse del transporte público”, aseguró.

Fuente: InfoNegocios